lunes, 28 de mayo de 2007

Morboso


Comenzó a bañarme en caricias, sus manos recorrían mi cuerpo entero, suave, casi como si no lo tocara, pasaba como sin querer por mi pecho, mis pezones, se entretenía en ellos. Mi piel se erizaba, mis suspiros crecían cuando sus el calor de sus labios pellizcaba mi pecho. Estaba cansado, pero notaba como mi cuerpo reaccionaba, como de la relajación iba pasando a la excitación…

Jugaba conmigo, recorría mi cuerpo, bajaba por las piernas, sus caricias rozaban mi sexo, sus labios mis ingles, y en ocasiones se levantaba diciéndome “descansa, me voy a la ducha” pero al momento volvía. Estaba deseando que me hiciera suyo (ella lo sabia) y abonaba mi deseo, me hacia sufrir. Podía ver mi excitación y la complacía mi desesperación.

Estaba excitadísimo, ella veía como mi sexo duro y crecido la buscaba, la deseaba, no se durante cuanto tiempo me hizo desear esa sensación que me ofreció, ese calor de sus labios que me inundó mientras sus manos acariciaban mis nalgas subiendo y bajando, estimulándome mientras su boca envolvía mi excitación.

Mi visión era un sueño erótico, ELLA desnuda dedicándose a mi placer, con su melena rubia vertida sobre mi, mirándome a los ojos mientras bañaba mi sexo una y otra vez…

Se subió sobre mi, no tuve que moverme, ELLA se penetró, se movió como no me podía esperar. Yo no tenia que hacer nada, ella sabia moverse, jugaba con sus labios solo metiendo y sacando la puntita, me volvía loco, y de golpe bajaba haciéndola entrar hasta dentro. Me usaba, se movía para darme placer, se movía para darse placer, cuando conseguía abrir los ojos la veía… Preciosa, esbelta, acariciando su cuerpo, mirándome o elevando su vista al techo…

No podía más, estaba excitadísimo, ella se la metía y yo cada vez empujaba mas con mis caderas hacia arriba, mas dentro, gemíamos, necesitábamos más…

Mi cadera empezó a pelear con la suya, cada vez nos dábamos mas fuerte, con mas intensidad, mas profundo… nuestra excitación crecía, solo quería penetrarla mas y mas fuerte, oír sus gemidos, sentir todos sus fluidos bañando mi sexo, como se erguía para acariciar su sexo mientras se penetraba con el mío, asir fuerte sus preciosos pechos…

Nos revolcamos en la cama, nos contábamos fantasías al oído mientras nuestras caderas las hacían realidad hasta que al no poder aguantar más todo el placer que ELLA me estaba ofreciendo, lo derrame en su boca… para acabar besándonos y compartiendo nuestro placer.

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