domingo, 25 de marzo de 2007

De otra manera





Y es lo que creo que ha sido, ¿un trío? No estoy seguro, lo que no me cabe duda, es que ha sido de otra manera.

Yo ya he tenido varias experiencias con mas gente, siempre morbosas si, con buen rollo, buen ambiente la mayoría, pero siempre historias morbosas, pero lo de este fin de semana ha sido distinto.

Ana es una mujer increíble, una mujer que no solo sabe lo que quiere, si no que es capaz de enfrentar la vida consciente de cómo es cada situación, una mujer que puede ser tremendamente morbosa, tanto como cariñosa, una mezcla encantadora difícil de manejar a simple vista, pero muy sencillo si sabes ofrecerle en cada momento lo que necesita, sexo, vicio, cariño, o una conversación interesante.

Ricci es una chica de 20 años, 20 años que se reflejan en su carita, en su tierna y preciosa sonrisa, en su dulzura juvenil, pero que sorprende tremendamente, no ya por ser capaz de transformar esa carita dulce en una cara tremendamente viciosa que incluso ruge cuando se enciende, sino por su saber estar en cualquier situación, siempre a la altura de las circunstancias.

Cuando llegamos Ana y yo a casa de Ricci todo apuntaba a que esa noche el vicio se adueñaría de nosotros, pero cual fue nuestra sorpresa cuando después de cenar, charlar poniéndonos al día, reacordando viejas aventuras, reír... volvemos a casa y ya en la intimidad, lo que flotaba en el ambiente no era morbo, era cariño.


Nos besábamos indistintamente, nos acariciábamos, nos abrazábamos, nos sentíamos... desde luego fue a más. Tres cuerpos desnudos que se desean no pueden acabar de otra manera, pero lo que nos sorprendió a los tres, es como dibujamos una relación que en muchas ocasiones solo se asocia a dos personas, a la intimidad de dos personas y no a la de tres.

Cuando se habla de tríos o de un encuentro entre mas de dos, siempre es sexo lo que se imagina, sí, buen ambiente, dice buscar todo el mundo, pero pocas veces se crea una complicidad tan plena.

Estuvimos disfrutando de nosotros todo el fin de semana, haciéndonos disfrutar, riendo, charlando... incluso investigando, cuando al entrar en una tienda con Ana a buscar una pinza para el pelo, ví un par de collares de perlas. Es impresionante el juego que da y como se crean nuevas sensaciones cuando tantas bolitas, recorren las zonas más sensibles una a una como si no fueran a acabar. Ana incluso se dejo fotografiar por fin, tanta gente detrás de ello, y por fin conseguimos hacerla disfrutar de ello, tanto que luego pedía más fotos y daba ideas.








Desde luego pueden existir muchos tipos de tríos. A estas alturas ni si quiera estoy seguro de que este fin de semana hayamos hecho uno. Solo sé, que estábamos juntas tres personas que se aprecian, que se tienen mucho cariño, que se desean, a las que les gusta reír juntas, y que se han dejando llevar sin ningún tipo de prejuicio, ¿eso es un trío?

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