domingo, 9 de marzo de 2008

Sentir a un desconocido


Llegamos a casa como cualquier otro día, muertos de frío por las bajas temperaturas de Enero, habíamos pensado pasar la noche bajo mantas y viendo alguna película.

Al llegar comencé a besarla, al principio con cariño y luego cada vez de manera más sensual, más apasionada, más morbosa.

No tardamos en pasar a la habitación, nos habíamos animado en contra de nuestros planes iniciales. Después de desnudarnos y haber disfrutado de unos cortos preliminares, me levanté y dije...

- Se me ha ocurrido algo... –

Con una mirada muy traviesa la observé mientras me dirigía a poner algo de música.
Volví con mi antifaz y mis esposas. Sara ya sabía cual era mi intención. Me había comentado en multitud de ocasiones lo mucho que le apetecía esa situación.

Vendé sus ojos, esposé sus muñecas al cabecero de la cama y comencé a recorrer su cuerpo con caricias.

- ¡Sin palabras! – susurré al oído, buscando en el silencio un aliado para mis intenciones.


Continué acariciando su cuerpo, besándolo, lamiéndolo en silencio sólo con la música tranquila de fondo que nos acompañaba.

Sara se encontraba tremendamente excitada, mis besos en su sexo lograban que su cuerpo se arqueara, se estremeciera y que me regalara los gemidos que yo tanto deseaba.

- No aguanto más, quiero follarte ya... –


Me levanté del lado donde me encontraba recostado para colocarme frente a ella. Sara sintió como se mullía la cama entre sus piernas, como los muslos rozaban los suyos, como las manos cogían su cadera, se sintió penetrada.

No tardó mucho en sentir las diferencias, supongo que cada uno de nosotros se mueve de manera distinta, tiene distintas formas de tocar, de acariciar, de besar...

Desde la primera penetración notó que no era yo quien estaba disfrutando de ella. Le excitó mucho la situación, pensar que alguien a quien no conocía estaba disfrutando de su cuerpo, que estaba haciendo disfrutar a un desconocido.

Aunque en multitud de ocasiones me había comentado sus deseos de realizar esta fantasía, yo aun temía por su reacción, pero esta fue impresionante.

Su excitación se fue disparando, comenzó a mover sus caderas salvajemente, sus labios buscaban la boca de Álvaro ansiosamente, gemía y yo la oía;

- Joder sí!!!!, más... más... me gusta... me gusta esta polla... FÓLLAME!!!! FÓLLAME!!!



Yo me encontraba excitadísimo viéndola disfrutar, y conociendo como deseaba que continuara su fantasía, le indiqué a Álvaro que le retirara el antifaz mientras la besaba.

Lo hizo, y continuaron besándose con los ojos cerrados. Sara tardó unos segundos en abrirlos, cuando ambos lo hicieron, se saludaron con una sonrisa, Sara me miró y me encontró desnudo y terriblemente excitado, la sonreí, sonrisa que la animó a entregarse de nuevo al placer que estaba disfrutando.

Álvaro y ella volvieron instantáneamente a dejar salir todo su deseo, la cara de placer de Sara me estaba volviendo loco, tanto que no pude evitar acercarme a ella y ofrecerle mi erección para que la saboreara con sus labios mientras sentía como a la vez era penetrada por alguien más.

Jugábamos con ella, Álvaro la penetraba con fuerza, y yo disfrutaba del buen hacer del que siempre había hecho gala con su boca.

Soltamos sus manos para que pudiera ser más libre, los dos dejamos que nos lamiera a la vez mientras nuestras manos jugaban con su sexo.

Estaba completamente empapada, desbocada, su boca viajaba entre nuestros sexos, primero a uno, luego a otro. Estaba tendida en la cama, ofreciendo su cuerpo para nuestro disfrute y como no... para el suyo.

Álvaro se tumbó e indiqué a Sara;

- Disfrútale –


Arrodillada comenzó a lamérsela a chupársela, aproveché la postura que había tomado para empezar a penetrarla, lo hacia con fuerza, la situación me había excitado mucho, y ya no podía contenerme más.

En esa posición pensé que era momento de realizar otra de sus fantasías.

- Fóllatelo – Susurré a Sara...


Cuando lo hizo, cuando se colocó encima de él y se dejo caer hasta sentirse completamente penetrada, me coloqué detrás de ella y la hice sentirse doblemente penetrada.

Abrí su culito con suavidad, mientras ella se movía, y con delicadeza al principio, y hasta el fondo al final, entre Álvaro y yo la robamos sus mayores gemidos. La fantasía que llevaba años deseando se hizo realidad.


13 comentarios:

Alicia dijo...

Mmmmmmm Me has dejado sin respiración. Por motivos que ya conoces (o que deberias conocer) este relato me ha llegado especialmente.

Buffff! en apenas unos segundos he sentido aumentar mi excitación hasta niveles insospechados simplemente leyendo... igual no está tan lejos mi fantasía imposible ;-)

Besosss

Erotismo dijo...

Fantástico relato.... creo que debo pasarme por aquí con mayor frecuencia!

Anónimo dijo...

El placer de leerlo dispara la imaginación. El placer de imaginarlo quita el aliento.

Sensaciones y excitación a flor de piel.

Soñarlo real.......mmmmmmmmmmmm...

Besos mil.

Ruth
R.

Travieso dijo...

Este relato me ha dejado helado,........... de placer,
Viva las travesuras

Ayanay dijo...

Uff

Tiempo que no pasaba por aqui, cada ve que leo, siento y disfruto, me mojo, me encanta

Eres exquisito

Besos

Nyeri dijo...

Leyéndote haces que me vuelva revoltosa, juguetona, inquieta y....traviesa.


Quiero mássss...

Un travieso curioso dijo...

Alicia...

Me encanta ver como mis relatos llegan a ti. Desde luego es un placer escribirlos cuando se reciben en una mente como la tuya.

Besos muy traviesos

J

Un travieso curioso dijo...

Erotismo.

Será un placer recibirte siempre que desees.

Bienvendido.

J

Un travieso curioso dijo...

Ruth.

Un placer volver a verte por mi pequeño rincón. Me gusta hacerte imaginar, tanto como hacerte sentir.

Besos

J

Un travieso curioso dijo...

Vivan las travesuras.... y por lo que veo las coincidencias.

Bienvenido Travieso.

J

Un travieso curioso dijo...

Ayanay.

Tiempo sin verte por aqui. Tú me resultas exquisita.

Por algún extraño motivo te siento como si vivieras aqui mismo.

No dejes de visitarme...

Besos muy muy traviesos.

J

Un travieso curioso dijo...

Nyeri, no empieces a echarme las culpas. Tu ya eres revoltosa, juguetona, inquieta... y traviesa como nadie, insisto, como nadie.

Yo también quiero más....

Un beso muy íntimo.

J

Anónimo dijo...

TU sabes que esto me encantaria, de hecho hoy no he parado de leer tu blog.... me excita mucho el pensar, desear y sentir esto en mi cuerpo. M e encanta leer tu blog y me deleito con tus relatos que cada vez mas se ponen mas interesantes.