domingo, 18 de mayo de 2008

Santa Inés, Making off (Por Nyeri)



Primera parte: Santa Inés

Me conecté al msn y empezamos a hablar.

- Estoy muy contento!!!!!!
- Esta noche tengo una cita
- Con una chica.....
- Ufffffffffffffffffffff
- Es guapa
- Está muy buena
- Además jodidamente encantadora, y muy muy morbosa
- Es del tipo de mujer que me gusta……

Me di cuenta de que estaba jugando y yo hice lo mismo.

- Ufff no sé…ten cuidado. Lo mismo es una lagarta.
- Hay mucha zorra suelta
- Lo de ser zorra es otra cosa, todas las mujeres lo sois en un momento u otro.
- No, yo soy muy decente. A mí no me sale, yo soy dulce y cariñosa.
- Mmmm me gusta eso de estar con una chica dulce y cariñosa y ser capaz de sacar la zorrita que lleva dentro.
- Deberías quedar conmigo.Tú necesitas cariño, no zorrear con cualquiera.
- Vale! Pero has de saber que si quedamos, en algún momento de la noche, tendrás a tu - lado a un cabronazo deseando convertir esa carita de niña buena en una cara viciosa.
-Yo no voy con cabrones. No soy como esas que se van con todos y se los follan en cualquier sitio.
- No has tenido nunca la fantasía de hacer alguna locura?
- No! Bueno….la verdad….tengo una.
- Ah si? Cual?
- Es que…no sé…me da vergüenza..
- Me encantaría que me lo contases.
- Pues..me gustaría… quedar con un chico desconocido en un local.
- Para tomar algo?
- Bueno…no.
- Para quedar en el baño de caballeros y follar sin habernos visto antes. Luego salir y cenar.
- Él se lleva mi tanga en el bolsillo del pantalón y no me lo dará hasta que me vuelva a follar en otro sitio que él decida.
- Mmmm me gusta tu fantasía. Me parece original.
- Qué te parece si quedamos esta noche en el baño del Midnight Rose?


Comenzó la puesta en escena.
Me compré un vestido, recatado, pero que insinuara mis curvas. Como excepción utilicé pantys. Me advirtió de que destrozaría cualquier cosa que le impidiese conseguir su meta y eso me puso tan cachonda que no dudé en dar morbo a nuestro juego.

Quedamos allí directamente, me dijo que le enviase un sms cuando estuviese en el parking, lo hice y al momento recibí más instrucciones. Me dirigí al aseo de minusválidos, me puse el antifaz que había en una bolsa y esperé su llegada.


Realmente estaba nerviosa, estaba viviendo el juego “casi” como si fuese realidad. Llegué a pensar que quien iba a entrar al baño no sería él, si no alguien con quien hubiese pactado hacer la sorpresa en el último momento. Pensaba que era imposible que le hubiese dado tiempo, había surgido de una manera muy imprevista, pero la duda rondaba mi cabeza.
Las sensaciones me desconcertaban, era una mezcla de miedo y excitación. La idea de encontrarme con un desconocido resultaba muy morbosa, pero realmente no me había dado tiempo a pensar si quería algo así. Me tranquilizaba saber, que de cualquier manera, él estaría conmigo, no me dejaría sola sabiendo lo impredecible que puedo llegar a ser y que en el momento en el que no me sintiese bien el juego terminaría.

Entró, cerró la puerta y se acercó a mí. Comenzó a besarme suavemente mientras acariciaba mi pelo, notaba que estaba inquieta y cohibida.

- Estás nerviosa? Me preguntó.
- Un poco, respondí yo.


Pero mi respuesta no frenó sus deseos. Metió su mano debajo de mi vestido y empezó a tocarme bruscamente. En ese momento mi deseo se disparó, mi tanga se mojaba y me volvía viciosa y zorra, tal y como él quería verme.

Rompió mis pantys y mi tanga, el sonido de la tela rasgándose mientras me follaba me ponía tan cachonda que aunque al principio me resistía, acabé afirmando que era tan puta como él decía y le pedía más.

- Fóllame, quiero ser tu puta!........
Siiiiii, quiero másssss.


Sacó su polla repentinamente, tenía la intención de dejarme así, excitada, mojada y tan salida…. como pocas veces me había visto.

Preparó la cámara y empezó a sacarme fotos. Yo me movía, subía mi vestido, cada disparo me ponía aún más, me senté en el inodoro y abrí mis piernas, deseaba mostrarme, pero él llevaba las riendas y en ese momento decidió parar la sesión fotográfica.

Dio un último tirón a mi tanga y se lo metió en el bolsillo de la chaqueta, al tiempo sacó un huevo vibrador que metió en mi coño. Me tenía asombrada, había pensado en todo sin haber tenido apenas tiempo para prepararlo.


- Te espero en la barra, me dijo mientras cerraba la puerta.

Me quité los pantys rotos y los dejé en la papelera, me arreglé el pelo como pude y salí con una sonrisa traviesa.

Me acerqué a él y me dijo que ya teníamos la mesa preparada. Nos sentamos y me preguntó que qué tal estaba. Yo volví a mi timidez inicial. No sé por qué, pero me sentía así, como si realmente estuviese avergonzada de haber hecho algo prohibido.

Durante la cena él activaba el vibrador, sobre todo cuando se acercaba la camarera, que creo, llegó a darse cuenta de que algo estaba pasando. A veces me tenía que morder la mano para no gritar, le agarraba el brazo mientras intentaba ahogar mis gemidos. Notaba como me excitaba cada vez más y así me tuvo, a punto del orgasmo en varias ocasiones, pero sin dejar que eso pasara, supongo que no entraba en sus planes.


Charlábamos sobre nuestras citas, yo seguía en mi papel de niña buena. Le decía que había quedado alguna vez, pero no había pasado de un café y poco más.
Justificaba mi actitud con él diciendo que me había embaucado, que tenía mucha labia y yo me había dejado llevar, pero que eso nunca me había pasado.

Seguíamos jugando, los dos metidos en un guión improvisado. Nos estaba gustando y queríamos seguir haciéndolo.

Salimos del restaurante y nos dirigimos a mi coche. Una vez dentro él empezó a tocarme, y yo, después de tener que contenerme durante toda la noche ya no pude más, saqué su polla y me la metí en la boca. Se la chupaba con ganas, me gustaba, pero eso no era lo que quería, quería follármelo y lo hice.
Me subí encima y empecé a moverme, él quería convertir a la niña inocente en una autentica zorra y ya la tenía. Ahora era yo la que quería dominar la situación, quería ver como se excitaba y como crecía su deseo, hasta que conseguí que se retorciera en un gran orgasmo.

Me tumbé en mi asiento. Él cogió el huevo y lo metió de nuevo en mi coño a la vez que me lamía. Yo abría mis piernas cada vez más, me volvía loca sentir su lengua mientras cambiaba la velocidad del vibrador a su antojo. No tardé en correrme y justo en ese momento, sin dejarme un segundo para coger aliento, me tiró el tanga a la cara mientras me soltaba con tono vengativo…

- Ahora sí que eres una puta!

Cerró la puerta del coche y se fue sin darme tiempo a decir ni una palabra.

Sonó el móvil:

- Holaaa! Ya he terminado, estoy en Sta. Ana.
- Hola! Qué tal? Estoy allí en diez minutos.
- Vale, te espero en la salida del parking.


Salí del coche, abrí el maletero y saqué una bolsa. Me dirigí a los aseos del parking y me cambié el vestido, me puse medias de liga y otro tanga. Me maquillé y esta vez le di un toque más atrevido a mis labios.
Dejé la bolsa en el maletero y salí a encontrarme con él.

Curiosamente ahí no terminó el juego los dos seguimos en un nuevo papel un rato más.
Ahora yo era Nyeri y él me contaba con todo detalle la cita con Inés. Yo ponía cara de asombro cuando me narraba lo que habían hecho en el baño, las fotos, el huevo vibrador, la cena y la forma de despedirse en el coche.
Nos dirigimos a un local cercano a tomar una copa y allí pusimos fin a la interpretación.

- Joder, lo nuestro no es normal. Estamos locos!
- A quien le cuentes lo que hemos hecho esta noche no se lo cree.


8 comentarios:

Puta Inocencia dijo...

Vuestros juegos me tienen absolutamente fascinada.

Besos (a ambos)

Joer sois la caña!!

golfa dijo...

Buffff!!! madre mía!!
Que situación!! Sin duda yo, no podría cenar despues de la escena del baño...

Excitante, jugoso, fántastico relato...

Besos perversos

Su dijo...

Es realmente impresionante..me ha encantado leeros..felicidades a los dos...

besos dulces..

Alicia dijo...

Que buenos jugadores sois!!!

Alguna cosilla ya la había pensado yo, pero aun la tengo sin probar... en fin, todo llegará, aunque creo que somos una minoria y no hay tanta gente a la altura.

Besos a los dos mmmmmm

Un travieso curioso dijo...

jajajaj, Maldita inocencia...

Tu si que eres la caña, ha sido un placer fascinarte, al menos tanto como tu a nosotros.

Besos.

J

Un travieso curioso dijo...

Golfa...

Cenarías, poco quizás, pero la escena de la mesa con el juguetito a control remoto no tiene desperdicio, al menos para mi que tenía el mando a distancia y provocaba esos gemidos contenidos...

Un beso muy golfo.

J.

Un travieso curioso dijo...

Alicia.

En realidad creo que todo el mundo puede estar a la altura, solo hay que crear las situaciones adecuadas con las compañias adecuadas.

Mayoria o minoria lo bueno es continuar disfrutando, imaginando y como no, incitando.

Besos muy traviesos.

J.

Un travieso curioso dijo...

Susy.

Muchas gracias Susy, será un placer verte más por aquí.

Un beso.

J.