sábado, 7 de abril de 2007

Sexo y lo que surja

A pesar de conocer hace tiempo el llamado “mundo liberal” y haber tenido varias experiencias, aún no había estado nunca con una pareja a solas, quiero decir, en ocasiones en algún local, si se me han dado situaciones con una pareja, pero estas han sido ocasionales y fugaces dada la situación.

Cuando hace tiempo veía anuncios en las webs, en los que un chico se “ofrecía” a una pareja, mientras yo me estaba “ofreciendo” a chicas o mujeres, mi pensamiento era: -que desesperado hay que estar-.

Como siempre los prejuicios y el desconocimiento nos condicionan, nos condicionan y nos niegan la posibilidad de explorar nuevas sensaciones, nuevas experiencias.

Hace mucho tiempo que empecé mi viaje, un viaje en el que poco a poco he ido despojándome de absurdos pudores, temores, de prejuicios, de imposiciones sociales sobre que debemos sentir y desear, sobre como debemos hacerlo, y sobre que NO nos esta permitido disfrutar.
La imagen de una mujer disfrutando de dos hombres, excitada, entregada, viciosa... Es una imagen que siempre me ha parecido morbosa. Creo que cada vez que la he imaginado me he excitado, pero claro, no es "políticamente correcto", aunque seria mejor decir socialmente.

Tenia en la cabeza la idea de disfrutar con una pareja, y no pude rechazar la invitación de Ana. No había tenido la oportunidad de charlar con Luís, pero ella parecía tan simpática y agradable que me hacia extender esa opinión hacia él.

Me recibieron en su casa. Yo he de reconocer que en el momento de llamar al timbre me sentía nervioso, sobre todo porque no sabia nada de Luís. Cuando le vi, la sorpresa fue muy agradable. Es de esas personas de aspecto tranquilo, callado, apacible, con una amplia sonrisa que reconforta, pero que también le delata. Cuando sonríe la picardía brota en su expresión.

Ana, mucho mas atractiva de lo que esperaba, guapa, simpática, muy agradable y cercana. Una mujer que desborda sensualidad en cada movimiento, en cada expresión, con sus palabras, sus miradas. Mi deseo se disparó en cuanto la ví.

Comenzamos charlando y riendo sobre lo que encuentras en algunos anuncios “Busco amistad y lo que surja”. Esto me recuerda al titulo de la película, ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?. Al final coincidimos en que en la mayor de las ocasiones se trata de “Busco sexo y lo que surja”. Slogan que ya he visto acuñado en alguna camiseta.

Coincidimos en que era lo que buscábamos los tres, y si, no nos cuesta reconocerlo. Buscábamos sexo.

Cuando dices esto, mucha gente te mira como un degenerado, es como si al ser capaz de disfrutar el sexo como tal, perdieras valores, moralidad, o te convirtieras en un ser frío e insensible. Es curioso porque cuando digo, "busco bucear" no lo piensan, ¿tanta diferencia hay? ¿Es tan distinto? En ambas situaciones se busca lo mismo, el placer y disfrutar. A veces voy a bucear y encuentro casualmente a compañeros que hacen esa inmersión mucho mas agradable y con los que luego me encanta charlar.

Esto fue lo que sucedió anoche. Ana y Luís, mucho mas experimentados que yo, me hicieron sentir a gusto, confiado y libre para expresarme y actuar.

Luís con su silencio y su sonrisa traviesa, comenzó a acariciar a Ana mientras yo besaba su mano, el resto fue mucho mas sencillo de lo que imaginaba.

Disfrutamos los tres, el placer de Ana era el deseo de Luís y el mío. Me volvía loco oír como sus gemidos respondían a las palabras que mi lengua dibujaba en su sexo, como ella hablaba al de Luís, como después de la explosión de placer me sentía aún mas dentro de ella, como Luís disfrutaba en ocasiones al salirse de la imagen.

Repetimos una y otra vez, buscábamos sexo, y eso fue lo que tuvimos. ¿Así? ¿Sin mas? Jejeje. No, entre medias las risas, el buen ambiente y la complicidad surgieron sin tener que provocarlo.

Anoche viví lo que para mi fue una experiencia nueva y muy morbosa, pero sin duda conocí a dos personas cálidas, libres y tremendamente encantadoras.

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