domingo, 9 de diciembre de 2007

Un invitado ausente





¿Qué le puedo ofrecer? Esa era mi gran duda.

Admiradora confesa de mi blog hasta el punto de sorprenderme con muchos detalles sobre los relatos que he escrito, no había quedado conmigo antes entre otras cosas por, como ella decía: “con las que este monta a ver que numerito me prepara”

Una vez explicado que yo no voy por ahí, ni con el kit de las sorpresas, ni con cinco “compinches” para liar alguna y que puedo ofrecer una copa o una cena dentro de la normalidad establecida, se decidió a ofrecerme su compañía.

No quería saber nada de nada, si yo había preparado algo, o si se me ocurría alguna travesura, me había dejado muy claro que ella además de no querer saberlo, como le diera el punto me dejaba ahí. Quería una cita normal, para conocernos sin ningún tipo de expectativa mas, idea que me agradaba enormemente, ya que parece que como escribo lo que escribo, siempre tengo que sacarme una genialidad de la manga para ofrecer algo distinto.



El imprevisto de su afonía repentina parecía amenazar nuestra cita, pero la idea de que me tuviera que hablar a susurros y tener que aproximarme mucho para poder oírla me agradaba, daba juego a la provocación.

Después de tomar un vino nos dirigimos al restaurante, y cuando entramos tuve que confesarle “deseaba llevarte a la cama lo antes posible” y fue cuando nos acomodaron en la que teníamos reservada en un céntrico restaurante de Madrid.

África es una “chica fácil”. Soy consciente de lo mal que suena, pero sin embargo lo entiendo como un gran halago. Es una chica fácil porque con ella todo es muy sencillo, conversación interesante y muy espontánea, risas, bromas, es tremendamente “fácil” sentirse a gusto y relajado con ella. Y así transcurrió la cena, entre risas, conversaciones pendientes y deseadas, no se si más por el contenido o por el deseo de tenerlas en persona y como no, ciertas y discretas provocaciones. África se acercaba peligrosamente a mí para reír o comentar, y yo jugaba con el descaro de mirar sus bonitas piernas y la blonda de sus medias que en ocasiones su vestido juguetón dejaba entrever.




Su afonía no nos dejó mas opciones, a un lugar de copas no podíamos ir, ni a ninguno con música o el mas mínimo sonido ambiente, seria imposible poder oírla a pesar de sus esfuerzos por combatir la afonía, y como estábamos a gusto y queríamos continuar la velada, fuimos a mi casa después de casi sobornar a un camarero para que nos vendiera una botella de cava.

África tiene una de esas mentes que es tan difícil encontrar. Una mente juguetona y una de las pocas, por no decir casi la única que me ha dado una brillante idea para una interesante sorpresa. En sus deseos de jugar y en concreto de jugar conmigo, me advirtió “podemos hacernos una sesión de fotos, pero hoy nada mas, solo fotos”.

Accedí, tanto por el placer de su compañía, como por la dificultad real que veía en que se quedara en solo fotos y sobre todo porque me es difícil decir no a un juego cuando viene de alguien como África.

Llegué a casa pensando que primero montaríamos una sesión, además me apetecía esa idea, la idea de contenernos, excitarnos, provocarnos y tener que abortar la sesión debido a nuestros descontrolados deseos. La realidad se anticipó.





Comenzamos a besarnos y ella inmediatamente tomó las riendas, como suele ser normal en mi y quizás por el hábito, trataba de retomarlas en algún momento, pero África sabia mantenerlas muy bien, a las riendas y a mí donde me quería tener.

No tardó mucho en desabrocharme el pantalón y comenzar a lamerme, a chuparme. Cuando yo quería acariciarla me paraba, quería disfrutar de mí, usarme a su antojo.

Me tenia sentado en el sofá, con mi sexo expuesto a sus deseos, a sus labios, a su boca mientras me miraba traviesa, viciosa y provocadora. Paraba, se paseaba, se contoneaba ante mí, mostrándome lo que yo mas deseaba y sin dejarme llegar a él. Se colocó encima de mí y fue ella quien me hizo suyo.

Ya no podíamos detenernos, al menos eso era lo que yo pensaba, eran deseos acumulados los que estábamos desatando, pero ella una y otra vez jugaba a parar, - ¿Me llenas la copa?- me estaba desesperando, estaba jugando con mi deseo, sabia hacerlo y lo disfrutaba.

Continuamos dejándonos llevar en lo que podía haber sido un momento intimo mas entre dos personas que se desean, pero ansiosos por jugar comenzamos a sacarnos fotos. La luz tenue, nuestros movimientos, nuestra pasión en ese instante no dejaban opción a buenas fotos, unas movidas, otras oscuras, y otras no precisamente las que los dos denominaríamos como eróticas.

Era conocedor desde hace tiempo de sus deseos de jugar con una cámara de vídeo. Esta vez fui yo el que paró. Conecté la cámara a la tele y comenzamos a grabar.





La fantasía y la sorpresa nos sobrevino.

- ¿Te gustaría enseñárselo a alguien?-
- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii- respondía entre gemidos que parecían imposibles por sus susurros.

Me dijo a quien. Y desde ese momento tuvimos un invitado que se encontraba ausente.

Le dedicábamos nuestro placer, el deseo de que nos viera, de que viera como ella gozaba, disfrutaba y dejaba escapar todo su vicio conmigo, con la intención de que su amigo al ver el vídeo pudiera verla mirando a la cámara, mirándole a el mientras yo la penetraba cada vez más y más fuerte.

Queríamos excitar a nuestro invitado, me gustaba la idea de que la mirara, me gustaba la idea de que el pudiera observar la misma cara de placer que estaba yo provocando, me gustaba ver como ella cada vez se volvía más viciosa, más lasciva...

Mientras dedicábamos a nuestro amigo invisible nuestro encuentro, yo la iba provocando, haciéndola imaginar lo que seria un encuentro real entre los tres, los dos dedicados a ella a la vez, dedicados a su placer. África se excitaba mas y más y a mí me volvía loco ver como su morbo crecía sin limite, tanto que lo deseaba todo...





Apoyada con las manos y las rodillas en mi sofá me ofrecía su sexo, me obligaba a su sexo, no permitía que parara. Yo cada vez me asalvajaba mas, golpeando mas y más fuerte mientras con mis dedos iba abriendo su culito, me iba introduciendo en él, quería hacerla imaginar, hacerla sentir doblemente penetrada...

- Fóllame el culo!!!!!... fóllamelo!!!!... – Me pidió entre susurros y gemidos.

Su deseo me hacia verla aun más viciosa, más lujuriosa y eso me excitaba... dominaba y descontrolaba mis ansias de ella...

La penetre de un solo golpe. Un grito se ahogó en su delicada garganta, y tras un breve instante para que todo se amoldara, no solo yo comencé a penetrarla de forma salvaje, sino que ella me pedía aun más y más.




Parecía que no hubiera estado afónica en toda la noche, sus gemidos susurrantes eran ahora gritos de placer, yo no podía parar, no podía frenar y aún nos excitábamos mas cuando hablábamos sobre nuestro invitado, sobre lo que vería, sobre lo que participaría, sobre como él estaría debajo y los dos abriríamos sus placeres...

Sus gemidos aumentaron en volumen, intensidad y frecuencia con su orgasmo, sentir todo su placer precipitó el mío, cuanto mas fuerte era mi embestida mas notaba que se acercaba hasta que estalló dentro de ella dejándonos exhaustos y abrazados como un puzzle en el espacio del sofá.

Además del deseo que ambos llevábamos acumulado hacia el otro, habíamos invitado a alguien que aún no sabe que estuvo. Mostrarnos ante él, dedicarle nuestro placer... aumentó aún mas el morbo que generamos esa noche.

La noche continuó larga, nos hicimos fotos, reímos, continuamos deseándonos y entregándonos... Quizás se pueda entender como un “encuentro normal” Yo no lo creo, Dos mentes traviesas y morbosas son capaces de adaptar cualquier recurso para hacerla distinta, improvisar sin planificación, sin juegos pre-elaborados... ¿Qué mayor sorpresa?

Por cierto, un regalo ha resultado el olvido de la cinta en mi casa, ya que cuando he vuelto a ver el vídeo para poder ceñirme a la realidad en el relato, no he podido evitar interrumpir su escritura para recordar, para imaginar, que volvía a explotar dentro de ella.

4 comentarios:

Ayanay dijo...

Quiero jugar...

Me has dejado totalmente mojada, mi tanga esta empapada, sabes como jugar y eres el travieso mas excitante que he conocido.

Me gustaria jugar contigo y dejarme llevar por ti...

Besos excitados

Anónimo dijo...

permisito, una preguntita le tengo al senor dueno o engargado del blog que e pillao, si no es mucha la patudez, mi dudita, es, la siguiente dudita senor, con todo respeto, le prgunto si
el guaton limpia alfombra de la antepeneultima fotito, es ute?
muxa gracia por despejarme de la duda,
ecitante blog
mushos salu2, anitamaria estofado calduo

NuriaBesa dijo...

He de decir que leerte es un verdadero placer. Por lo excitante, por lo bien narrado que está, y por lo morbosas de tus ideas.

Leyendo tu blog me has recordado a alguna historia que he vivido, me ha sugerido la imaginación para vivir alguna historia en el futuro, y sobre todo, me has excitado una barbaridad. Me gustas.

Iris dijo...

Recien llegada por aquí y me encuentro contigo.
Una sorpresa deliciosa, fruto del azar.
Besos