UN POLVO

- Come!!! – Me dijo sin dejar tiempo si quiera a que la besara.
Inmediatamente hundí mi cabeza entre sus muslos. Aunque quería tomarme mi tiempo no pude, no fui capaz de comenzar a excitarla lentamente, no tuve más remedio que comenzar a devorarlo, sabía y olía como a mi me gusta. Estaba excitada, tanto que mi gusto y mi olfato lo agradecieron hundiéndose aún más en ella para no perderse ni una sóla sensación.
Cogió mi polla y empezó a acariciarla lentamente, sabe que me vuelve loco sentir como la recorre con suavidad, sentir sus dedos revoloteando y poniéndola dura como una piedra. En seguida abandonó las caricias lentas y suaves para cogerla con más fuerza de arriba abajo y presionando el capullo de manera que hacía que se lo devorara frenéticamente
En otras ocasiones me gusta tomarme mi tiempo, excitar lentamente, jugar con mi lengua e ir excitando más pausadamente antes de soltarme. Pero sentirla tan viciosa, tan deseosa de sexo me estaba volviendo loco, lo suficiente como para no perder tiempo, y entregarme a lo que los dos deseábamos, SEXO. Mi mano inmediatamente abrió su culito, mi dedo jugaba en él, sólo la puntita, pero lo suficiente para ver como cada vez que jugaba aumentaban sus gemidos. En seguida, con la otra mano, empecé a meterle los dedos en el coño completamente empapado. También respondía con el movimiento de sus caderas, notaba como la excitación en ella crecía rápidamente, tanto como en mí, sintiendo como aceleraba el movimiento de su mano en mi polla.
Enseguida empezó a revolverse estallando en un orgasmo brutal, se retorcía, buscaba separarme, hacerme parar, que dejara de lamerla, que la sacara los dedos, pero yo me rebelaba e intentaba continuar. Cuando parecía que iba a parar lamía de nuevo su clítoris o movía nuevamente mis dedos frotándola suavemente, notaba como su orgasmo, cuando parecía finalizar, volvía una y otra vez, con más intensidad en cada ocasión. Ella se revolvía cuando podía, ya que en otras ocasiones quedaba tendida y completamente exhausta.
Por fin, lo consiguió, me detuvo en mi cruel deseo de continuar proporcionándole placer.
Cuando inmediatamente me situé entre sus piernas, todavía tenía la respiración entrecortada, aún se le escapaba algún gemido, y un escalofrió la estremeció cuando sintió mi polla completamente excitada resbalar sobre su clítoris. Se retorcía una y otra vez y yo me aprovechaba de ello, frotándome contra ella, empapándome en sus fluidos...
La penetré sin cuidado y de nuevo volvió a correrse. Lo cierto es que yo no me explicaba qué estaba pasando, no sabía si es que seguía aún con el primer orgasmo, si eran coletazos de ese, o si se había corrido dos veces más. El caso es que la veía excitada como nunca, incapaz de parar de correrse y no iba a ser yo quien desaprovechara la oportunidad de disfrutar todo ese placer brotando de ella.
Movía mi polla con cuidado, fuerte, iba cambiando y en cada embestida, notaba un nuevo orgasmo. Me movía hacia arriba procurando rozarla el clítoris mientras entraba, me colocaba hacia atrás haciéndola notar como toda mi excitación entraba recta, directa, completa. Al sacarla me gustaba tocármela, sentirla empapada por sus fluidos, mojando mi mano en ellos y restregándolo por su culo.
Se corrió una y otra vez, me tenía tan excitado que no pude evitar correrme rápidamente dentro de ella, sintiendo como derramaba todo el deseo que mi cuerpo contenía en su coño, explotando y dejando estallar todo el deseo y el morbo que estaba sintiendo. Los dos nos corríamos al unísono, sentía como clavaba sus uñas en mí mientras yo gritaba muerto de placer.
Era la primera vez que nos corríamos juntos, aunque lo cierto, es que en este momento, no era difícil, ella, no había parado de correrse.
En esta ocasión, el antes y el después...... importan?.
