viernes, 30 de marzo de 2007

Mi primer local








Debe hacer unos 6 años, habíamos quedado para tomar unas copas, y Virginia me dijo que quería llevarme a tomar algo a un sitio que conocía…

Virginia no me cuenta nada, yo pienso que voy a un lugar de copas, y es cuando llego, cuando entro, cuando me empieza a contar.

Nos reciben y nos van enseñando el local. Este tiene una zona Púb, que yo veo casi como cualquier otro Púb donde tomar algo tranquilos, quizás la diferencia es que en cualquier otro puedes ver a una pareja besarse, y aquí, son mas “cariñosas”, viendo alguna mano en algún pecho, bajo alguna falda o entre algún pantalón. Nos enseñan el cuarto oscuro, una habitación con una cama enorme donde nos dicen –“caben varias parejas”-. Una sala sado, un jacuzzy….

Nos sentamos en el Púb a tomar una copa, yo no salgo de mi asombro, siempre me ha encantado el sexo, y el ambiente que ahí se respira es muy sexual, muy morboso.

Aunque muy imaginativo, nunca había fantaseado en exceso con situaciones de tres o de sexo en grupo y esa situación me desborda por completo, me siento algo temeroso, claro ¿como no pensar que has entrado en un antro de sexo y perversión? Pienso:- ufff ya verás, aquí ahora te pillan y te dicen ahhhhhh como has entradooooooooo…. -.

En fin, me relajo, me tomo la copa mientras Virginia mas experimentada, me va poniendo al día de situaciones que pueden darse, comportamientos, ciertas “normas” de protocolo…

A mitad de la copa me lleva a bailar a la sala oscura. La sala oscura en realidad no lo es tanto, tiene una tenue luz roja, que quizás, si no es suficiente para apreciar detalles, si te deja hacerte una idea bien clara de quien tienes al lado.

Nos besamos, nos acariciamos, nos encontramos bailando, con mas parejas a nuestro alrededor, y la situación se hace muy excitante oyendo gemidos en la sala, sintiendo la mano traviesa de Virginia bajando mi cremallera e introduciéndose bajo mi pantalón mientras la mía explora bajo su falda.

Estamos excitados, nosotros dos, y de repente me doy cuenta que una pareja baila detrás de ella, muy cerca, están excitados, puedo ver la cara de placer de la chica imaginando las caricias que le hacen gemir.

No me doy cuenta y Virginia me susurra – Está acariciándome por detrás – y la noto suspirar, casi gemir. La situación me excita, me siento terriblemente morboso y esta crece cuando la veo disfrutar, enviciarse, desear más…

Mientras estoy absorto en la excitación de Virginia, en como su mano cada vez me sujeta y me acaricia mas fuerte, noto que otra mano me acaricia a la vez. Siento dos manos acariciando mi polla, y no me lo puedo creer, poco a poco la otra chica se acerca, nos acoplamos y nos encontramos besándonos y acariciándonos entre los cuatro, el chico y yo excitando a Virginia y a la otra chica a la vez, y ellas dos a nosotros….

Después de un rato de juego, volvemos a acabar nuestra copa. Comentamos la jugada, yo aun no me puedo creer que una noche cualquiera que salía a tomar una copa, me haya encontrado en esa situación. Virginia disfruta viéndome, oyéndome, le encanta la situación, verme excitado, sorprendido, sentir que me esta pervirtiendo…

Al rato nos dimos un paseo por el local, yo me iba fijando mas despacio en detalles y al final acabamos en la sala de la cama grande, Estuvimos ella y yo, disfrutando, mientras lo hacíamos a mi se me venían a la cabeza sensaciones, imágenes recién vividas… al lado nuestro veía como una chica se sentaba encima de una chico y le cabalgaba, me excitaba verlos disfrutar tan cerca de mi.

Cuando Virginia y yo acabamos me quede exhausto, tumbado boca arriba. Ella a mi derecha me acariciaba el pelo, me besaba y no me había dado cuenta que la otra pareja yacía a mi lado, pero ya no estaba pendiente de ellos. Quizás por eso me sorprendió tanto sentir la caricia de la chica en mi brazo, mire a Virginia y con la mirada me animó, así que se la devolví. Giré mi cara, nos miramos, y comenzamos a besarnos, nuestras manos pasaron de los brazos al pecho, bailaban por nuestros costados, bajaban a nuestras piernas… Cuando llegue a su sexo se encontraba completamente húmeda y ella se entretenía disfrutando la excitación que me había provocado, yo sentía sus caricias, y las de Virginia a la vez, ambas besaban mi pecho, las dos se besaban mientras se turnaban en bañar mi polla cada vez mas dura en sus bocas… El otro chico disfrutaba del precioso culo de Virginia con caricias y besos. La excitó lo suficiente como para que ella decidiera que era el momento de probar que tal seria estar con él.

Acabamos los dos follando con la otra pareja, con una pareja de desconocidos, yo con una chica con la que no había mediado palabra, y que sin embargo se comportó como una maravillosa amante, pendiente tanto de disfrutar como de ofrecerme placer.

Continuamos la noche con alguna entrada mas a la sala oscura, algún polvo mas y alguna pareja mas.

Fue cuando Salí de ahí, al día siguiente, a la semana siguiente, cuando en mi cabeza no paraban de amontonarse las sensaciones vividas, morbo, excitación, novedad, libertad y algo muy sorprendente, respeto. Esa noche, en ese lugar, se respiraba sexo, pero se respiraba un respeto que me dejó impactadísimo.

Esta fue la primera de muchas experiencias, de nuevas fantasías.

Estés donde estés, gracias Vir.

domingo, 25 de marzo de 2007

De otra manera





Y es lo que creo que ha sido, ¿un trío? No estoy seguro, lo que no me cabe duda, es que ha sido de otra manera.

Yo ya he tenido varias experiencias con mas gente, siempre morbosas si, con buen rollo, buen ambiente la mayoría, pero siempre historias morbosas, pero lo de este fin de semana ha sido distinto.

Ana es una mujer increíble, una mujer que no solo sabe lo que quiere, si no que es capaz de enfrentar la vida consciente de cómo es cada situación, una mujer que puede ser tremendamente morbosa, tanto como cariñosa, una mezcla encantadora difícil de manejar a simple vista, pero muy sencillo si sabes ofrecerle en cada momento lo que necesita, sexo, vicio, cariño, o una conversación interesante.

Ricci es una chica de 20 años, 20 años que se reflejan en su carita, en su tierna y preciosa sonrisa, en su dulzura juvenil, pero que sorprende tremendamente, no ya por ser capaz de transformar esa carita dulce en una cara tremendamente viciosa que incluso ruge cuando se enciende, sino por su saber estar en cualquier situación, siempre a la altura de las circunstancias.

Cuando llegamos Ana y yo a casa de Ricci todo apuntaba a que esa noche el vicio se adueñaría de nosotros, pero cual fue nuestra sorpresa cuando después de cenar, charlar poniéndonos al día, reacordando viejas aventuras, reír... volvemos a casa y ya en la intimidad, lo que flotaba en el ambiente no era morbo, era cariño.


Nos besábamos indistintamente, nos acariciábamos, nos abrazábamos, nos sentíamos... desde luego fue a más. Tres cuerpos desnudos que se desean no pueden acabar de otra manera, pero lo que nos sorprendió a los tres, es como dibujamos una relación que en muchas ocasiones solo se asocia a dos personas, a la intimidad de dos personas y no a la de tres.

Cuando se habla de tríos o de un encuentro entre mas de dos, siempre es sexo lo que se imagina, sí, buen ambiente, dice buscar todo el mundo, pero pocas veces se crea una complicidad tan plena.

Estuvimos disfrutando de nosotros todo el fin de semana, haciéndonos disfrutar, riendo, charlando... incluso investigando, cuando al entrar en una tienda con Ana a buscar una pinza para el pelo, ví un par de collares de perlas. Es impresionante el juego que da y como se crean nuevas sensaciones cuando tantas bolitas, recorren las zonas más sensibles una a una como si no fueran a acabar. Ana incluso se dejo fotografiar por fin, tanta gente detrás de ello, y por fin conseguimos hacerla disfrutar de ello, tanto que luego pedía más fotos y daba ideas.








Desde luego pueden existir muchos tipos de tríos. A estas alturas ni si quiera estoy seguro de que este fin de semana hayamos hecho uno. Solo sé, que estábamos juntas tres personas que se aprecian, que se tienen mucho cariño, que se desean, a las que les gusta reír juntas, y que se han dejando llevar sin ningún tipo de prejuicio, ¿eso es un trío?

miércoles, 21 de marzo de 2007

A la fuerza


Me costó encontrar los pantalones adecuados. Al final en una tienda de hípica encontré unos color verde oscuro, y unas botas que eran idénticas a las que buscaba. En una tienda de dudosa reputación en el rastro, encontré, la camisa y la chaqueta idóneas, con todo ello y las esposas que hace tiempo tengo y mi linterna de buceo (bastante larga y robusta) tenía todo lo que necesitaba para mi disfraz.

Esa noche íbamos a salir de copas, ella me notaba inquieto, juguetón… y le gustaba verme así, sabía que esa noche de una u otra manera iba a resultar excitante. Para acompañar la velada, se vistió con un top de vuelo precioso, una minifalda muy sexy, las medias que sabe que me pierden y para mi sorpresa posterior, nada de ropa interior.

Me las ingenié para pasar por una zona muy poco transitada que previamente había comprobado que era ideal para mi plan.

Paré el coche y le dije; -Esta noche toca sorpresa, así que conduce hasta la rotonda desde la que te he dicho que había unas vistas preciosas y luego vuelve aquí-

Lo que para ella no fue una sorpresa, fue que le dijera eso, sabía perfectamente mi afición por sorprender y crear situaciones morbosas. Así que sonrió, me besó y sin preguntar, se marcho conduciendo.

Yo había dejado entre unos matorrales escondida una mochila con mi disfraz de motorista de la guardia civil. Me cambie rápidamente y me adelante dos calles para interceptarla por sorpresa.

Cuando ví aparecer el coche, me puse en medio de la calle y comencé a hacerle señas con la linterna para que detuviera el coche. Cuando lo hizo me acerqué y alumbrando su cara le pedí la documentación con voz seria e inquisidora.

Ella al reconocerme y verme así disfrazado se echó a reír, y con voz muy firme e inquisidora le increpé; - Señorita, si se toma esto a guasa lo único que va a conseguir es empeorar su situación- En ese momento ella se me quedo mirando y entro de lleno en el juego.

- Disculpe agente, me he puesto algo nerviosa.- (ya estábamos jugando los dos).

Ella hizo ver que no encontraba la documentación en la guantera, lo cual me dio pie para hacerla bajar del coche justificando un registro rutitinario.

Protestó, la llame al orden. La protestas y las llamadas acabaron en una discusión a la que puse fin cogiéndola con fuerza, apoyándola contra el coche y esposándola.

- Ahora, si que te voy a registrar, me lo has puesto a huevo, lo mismo es hasta lo que buscabas ¿no? Le dije al oído con voz lasciva.

Mientras yo recorría su cuerpo, ella se revolvía, aun más cuando amasé sus senos con vicio. Ella se revolvía mientras decía; - no por favor, no por favor….-

En ese momento metí mi mano por debajo de su falda, hasta encontrarme directamente con toda su excitación mojando mi mano…

- ¿no? ¿Como que no? Claro que si… ¿Donde vas tu sin braguitas? Ya se lo que tu quieres… yendo por ahí sin braguitas, a ver si te para alguien y te levanta la faldita ¿verdad? Yo te voy a dar lo que tú quieres….

Le hablaba al oído, con vicio, con voz lasciva, mientras acariciaba su clítoris y mi mano se empapaba en ella….

Ella se seguía revelando, y mojándome cada vez mas…. Hasta que me desabroché los pantalones y la penetré de golpe.

Ella gimió, gimió fuerte en el primer envite y continuo gimiendo mientras intentaba decir no, mientras intentaba decir; - Mi chico anda por aquí cerca…. No…. No por favor…..-

- ¿No? ¿Si no quieres como estas tan mojadita? Como puedes gemir así de placer y negarlo, ¿lo estabas deseando verdad?

La tumbe en el capo del coche y volví a penetrarla fuerte.Mientras interpretábamos cada uno nuestro papel, seguimos excitándonos con los comentarios de uno y otro.

Estallamos en un orgasmo con el que gemimos los dos como si no estuviéramos en la calle, creo que no nos vio nadie, pero eso es solo una suposición…

Cuando dejamos de jadear, la tumbe en el asiento de atrás del coche y me fui.

Me cambie de nuevo a pocos metros del coche, pero sin perderlo de vista. Cuando volví ella aun estaba tumbada, disfrutando no se si del orgasmo aun, o de la fantasía vivida.

La bese en la frente y le dije; - ¡Cielo!!! ¿Donde estabas? ¿Que ha pasado? ¿Estas bien?

En ocasiones nos hemos excitado una barbaridad recordándolo.

domingo, 18 de marzo de 2007

Fantasia o realidad


Habíamos salido a cenar una noche como otra cualquiera... salvo que esa noche ella tenia un regalo muy especial. Le había comprado un tanga con la parte de abajo hecha de perlas.


Ella iba preciosa con un vestido negro acabado en una falda de vuelo que le caía con toda sensualidad por sus caderas. Durante la cena comenzamos a hablar de lo guapa que iba, de como la deseaba, imaginábamos cosas que haríamos luego, le decía lo que deseaba en ese momento. Como sentirla excitada me excitaba aun mas.


La conversación fue creciendo hasta el punto el el que le pedí que me ofreciera sus braguitas allí mismo. Ella se las quitó y me las entregó con discreción, con la misma con la que yo disfrute de la humedad que desprendían.


Le dije que tenia un regalo para ella, pero que debería abrirlo en el cuarto de baño. Ella sorprendida aceptó, y cuando abrió el paquete en los servicios encontró el tanquita que se tenia que poner.


Cuando volvió me confeso que era una verdadera maravilla. Me contaba como a cada paso que daba las perlas le iban rozando su clítoris haciéndola estremecer de placer.


Es evidente que con esa información esa noche no cogimos el coche. Íbamos andando de un local a otro, copa tras copa, roce tras roce, bailamos, y ella en todo momento se encontraba estimulada, y tal como me contaba terriblemente excitada.


Al pedir la ultima copa, los dos rebosábamos deseo, y aprovechando que nos encontrábamos en la esquina de la barra medio protegidos por la columna, no pude evitar comprobar lo que ella me decía: "estoy completamente empapada." Metí mi mano bajo su falda para comprobarlo y mientras lo hacia ella se estremeció, casi deja escapar un suave gemido, lo cual me excito aun mas. Continué acariciándola, veía su cara de perfil y ponía esa cara de placer y deseo que ella pone cuando esta excitada. Cada vez sus caderas, aunque con discreción iban acompañando mas mis caricias. Me di cuenta que al camarero desde la otra punta de la barra, no le pasaba desapercibida la situación.


Era un chico moreno, alto con el pelo corto y con un cuerpo atlético sin llegar a ser demasiado musculado.


Yo la susurraba al oído como el la miraba, como sabia que su cara de placer le estaba excitando, como se notaba en su pantalón su deseo, ella casi gemía, le dije, "mirale a los ojos" le miró, ambas miradas se clavaron y ella dejo escapar un leve gemido de placer mientras disfrutaba su orgasmo.


Cuando volvíamos a casa, nos debatíamos entre las risas de lo sucedido y el morbo que nos daba recordarlo.

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Bienvenidos a este blog.


Siempre he buscado sorprender a la chica con la que he estado, a la compañera que tuviera a mi lado. Hacer de ese encuentro, de ese o esos días algo especial. No caer en una relación monótona, sino, intentar alimentar la imaginación y el deseo.


Soy muy morboso y gracias a distintas experiencias he llegado a ser capaz de cumplir fantasías que me han pedido y crear sorpresas no leídas en ninguna web.


En este blog pretendo ir contando sensaciones, experiencias, fantasías y deseos que quizás no podamos comentar en nuestro entorno habitual, y que sin embargo están ahí. Los sentimos, los deseamos, queremos vivirlos y queremos compartirlos, no solo nuestros deseos, sino también nuestros miedos y temores.


Agradeceré vuestra colaboración, ya que los deseos de uno son los deseos de todos, mas o menos escondidos... pero de todos.


Un saludo y animaos