sábado, 27 de junio de 2009

Ideas para sorprender


"Ideas para sorprender" es uno de los criterios que utilizaba hace tiempo para crear nuevas sorpresas y, fue la falta de resultados, lo que me impulsó a comenzar a compartir las mías. Creo que desde entonces son ya muchas las publicadas y que, además, las hay para distintas situaciones y para distintas parejas. Mi primera intención con el blog fue aportar ideas para que una pareja pudiera ponerlas en marcha para sorprender a su compañer@, de ahí nacieron:

Fantasía o realidad y A la fuerza , 0 El masajista y los pinceles I y El masajista y los pinceles II.

La Casa del Sexo Es sin duda uno de mis preferidos, un juego en el que toda la casa pasa a ser un escenario en el que disfrutar toda una noche.

Un paseo por París aunque suene tradicional, París es una ciudad que me tiene enganchado y que sin duda, es un destino perfecto para una pareja.

Con Impromptu quiero hacer honor a todos esos momentos que nacen de manera inesperada y explosiva, momentos que jamás deberían faltar en una pareja.

Santa Inés I y Santa Inés II me encantan porque es un juego que no nace de uno, sino de los dos, haciendo de una salida a cenar toda una aventura.

Con Un bonito regalo y aunque quizás la temática del blog sea más… no sé si decir, dura o atrevida, quiero recordar todos esos encuentros en los que se crea un despliegue de sentimientos y que hacen honor a la frase de “hacer el amor”.

Sin embargo con Un polvo también me gusta resaltar esa condición de amantes que una pareja jamás debería perder, condición de amantes que en muchas ocasiones, se evidencia en el aprovechamiento de cualquier encuentro y en cualquier lugar, para dejarse llevar por la pasión como en Sexo y Arte

Quizás estos relatos puedan resultar ligeramente atrevidos, pero en ellos buscaba plasmar la idea desde el punto de vista más tradicional que he podido.


Para parejas más atrevidas, e incluso aquellas que se permiten fantasear con terceros existen también situaciones, quizás únicamente jugueteando con la provocación de la gente que te rodea, Provocando imaginación, quizás incluso con la provocación de algún amigo Mojados o incluso pasando de la provocación, a la invitación de nuevos actores en el juego como en A oscuras o Sentir a un desconocido bien de manera premeditada, o bien aprovechando espectadores ocasionales Arrancándote la ropa.

Cuando se introduce la idea de nuevos invitados o invitadas, entramos de lleno en la idea de jugar con parejas, y una de las posibilidades es comenzar a jugar o a descubrir los locales de intercambio, como Mi primer local , Su primer local , o Su primera mano y No fui yo

En mi camino de descubrir nuevas experiencias y nuevas sensaciones estaba abocado a probar que se siente participando en un trío, y lo que descubrí es que estos pueden ser de maneras muy distintas, desde De otra manera hasta Sexo y lo que surja pasando por juegos más traviesos como Jugando con desconocidos I yJugando con desconocidos II.

Hay también bastantes experiencias de primeras o segundas citas. En estas también he vivido situaciones tremendamente morbosas. Si bien estas situaciones son vividas con casi desconocidas o amantes, es cierto que estas son fáciles de trasladar a la situación de una pareja creando los típicos juegos de rol. Entre ellas Un domingo cualquiera o un juego que me encanta, como ir susurrando al oído, bien la misma situación vivida, bien otras imaginadas como Relato en tiempo real ,Relato en tiempo real (Su recuerdo) . Juegos de vendas o de dominación Mi alumna o A mi entera disposición Lo cierto es que para que un encuentro resulte tremendamente agradable y excitante, lo único que es necesario es juntar dos mentes traviesas e imaginativas Un invitado ausente.

Cualquier juego, que pueda hacer una cita distinta a lo convencional se convierte en toda una aventura A la luz de las velas, En la distancia.

En cualquier mente traviesa no puede faltar la idea de juguetear con la inocencia, de pervertirla, sea a modo de juego de rol Una copa de vino o no, Una jovencita.

Y algo que debía probar, una sensación, una experiencia que no quería perderme, saber que se siente cuando pagan por tus servicios Cuando el placer se paga.

Creo que, sea cual sea el status de la pareja, son ideas que se pueden incorporar a los juegos sexuales, bien entre dos, con invitados, con juegos de rol o con sorpresas bien elaboradas:

sábado, 25 de abril de 2009

Un viaje de trabajo.


Y es que era así como se presentaba la jornada, como uno de mis habituales viajes de trabajo a una ciudad costera en uno de los trenes rápidos que la comunican con Madrid.

A primera hora de la mañana y después del madrugón, cogí el tren al igual que otros tantos había cogido en otras ocasiones y, como muchas otras veces, también intercambié una mirada traviesa con la azafata que me daba la bienvenida en la puerta. La mantuvimos acompañada de una sonrisa por unos breves instantes y después me acomodé en mi asiento.

Hasta ahí nada fuera de lo común, me gusta provocar con cierto descaro medido, en ocasiones con la mirada, con una sonrisa, con una agradable charla...

Ana pasaba en varias ocasiones a mi lado, bien de camino a sus quehaceres o a ofrecerme los auriculares o caramelos de cortesía para el viaje. Cada vez que coincidíamos volvíamos a jugar con nuestras miradas o con un “gracias” en un tono medido entre la picardía, la cordialidad y la provocación, lo justo para dar que pensar, pero sin caer en el descaro.

Daba la impresión de que mis pequeños jugueteos eran bien recibidos, por lo que decidí continuar y aumentar mi osadía. Me dirigí a la cafetería para tomarme el segundo café de la mañana y volví a encontrarla allí.

- Hola de nuevo.
- Hola!!! - su sonrisa y el brillo de su mirada me continuaban invitando a seguir adelante.-
- Pues... nada, que los caramelos me han sabido a poco y venía buscando algo más dulce. – Mientras pedía una tostada de mermelada a su compañera. Resultaba muy evidente que ambas compartían miradas de complicidad.-
- Ahhhhh, muy bien, pues has elegido bien.- Mientras parecía dirigir su mirada a la tostada como validando mi elección.
- Lo dices por la mermelada o por haber venido aquí. – A verte a ti, decía mi mirada.-
- Uy, uy uy.... – Exclamó su compañera mientras los tres rompíamos a reír.-

Nuestra charla continuó en tono divertido y pícaro durante unos minutos (Mientras desayunaba) hasta que regresé a mi asiento. Al irme, aunque no pude entender nada, pude oír los cuchicheos de las dos chicas. El viaje habitual de trabajo estaba comenzando a tomar una dirección imprevista.

En la parada intermedia que suele hacer volví a coincidir con ella en la puerta del vagón, ella salió para preparar las entradas y salidas y yo aproveché la excusa de tomar el aire para entretenernos en otra simpática charla.

Cada vez las distancias se acortaban, se nos notaba cómodos y con ganas de continuar charlando. Hablábamos del motivo de mi viaje, de curiosidades que le ocurrían en los suyos...

- Tampoco te creas que viajo tanto, suelo salir una vez al mes más o menos, al principio está bien, pero luego te cansas y prefieres pensar en los viajes de placer.
- Ah si? Y dónde te gusta ir de viaje de placer?

Forcé un silencio un poco más largo de lo habitual mientras mi mirada se tornó traviesa y penetrante.

- A muchos sitios – Contesté al fin.- Tantos que no nos va a dar tiempo a charlar de ellos, pero se me ocurre algo, ¿y si dejamos esta conversación para cuando tengamos más tiempo?


Ahora era ella la que se tomó su tiempo para responder, parecía estar calibrando todas las posibilidades, los riesgos, las ventajas...

- Me parece bien. – Dijo con una preciosa sonrisa.-
- Genial!!! Anota mi teléfono y así me llamas cuando te apetezca salir una noche y retomamos charlas pendientes.
- De acuerdo.


Durante el resto del viaje ambos continuamos el juego, hasta que al llegar nos despedimos con dos besos y un... “hablamos”.

A partir de ahí mi jornada ya no tuvo nada novedoso, reunión, viaje de vuelta en el que esperaba poder tener la suerte de coincidir con Ana de nuevo, hecho que como es lógico, no ocurrió.

El recuerdo de Ana se había convertido en una anécdota simpática, nada más. Hasta que una semana después mi teléfono sonaba con un número que no conocía.

- Hola!!!!
- Hola!!!!!
- Que tal?
- Muy bien gracias y tú? Qué tal todo?
- Muy bien también.
- Que bien!!! Me alegro!!!
- Sales de viaje esta semana?
- Que va, esta semana no tengo nada pensado, el finde a lo mejor, tengo varias cosas aún en el aire, pero tengo que decidirme, seguramente lo haré el mismo viernes, nunca sé que me va a apetecer hasta el ultimo momento, y tú?
- Bueno, ya sabes cada día a un sitio.
- Ya sé? Se supone que he de saberlo?
- Pues.... ahora que caigo, sabes quien soy?
- No, no tengo ni idea.
- JAJAJAJAJAJA, y eres tan dicharachero con todas las desconocidas que te llaman?
- Si son simpáticas como tú, si.
- Jajajajajaa, soy Ana, nos conocimos en el tren.
- AHHHHHHHHHH jajajaa, vale, ya te sitúo.

Continuamos riendo y charlando un rato hasta que por fin quedamos esa noche para salir de tapeo por Sol.

He de decir que cuando la vi estaba aún más guapa que en el tren. Lo cierto es que el traje de azafata no favorece mucho. Venía con unos pantalones negros ajustados, botas de caña alta y fantástico tacón, y una blusa suelta, que dejaba un precioso hombro al aire, hacía el resto.

Fuimos a un par de sitios y entre cañas y tapas comenzamos a hablar de viajes y anécdotas.

Hasta ahí la conversación parecía inocente a pesar del juego e intercambio de miradas que manteníamos paralelamente. La impresión que me estaba dando era de una chica modosita con ganas de jugar.

Cuando la conversación acabó girando de manera inevitable a las relaciones chico – chica y a nuestros roles en ellas, esa impresión comenzó a cambiar.

Cada vez descubría una chica más morbosa. Comenzamos a comentar nuestras fantasías, las realizadas y las pendientes de experimentar y el juego cada vez entraba en una fase más íntima. Ambos jugábamos a acercarnos, a poner ejemplos con una caricia en la mano contraria, a entonar, a enfatizar ciertas palabras, a mirarnos con un deseo cada vez más descarado. El juego estaba subiendo de tono rápidamente.

Decidimos acercarnos a una zona cercana de copas para continuar la noche.

En el primer local, nuestra conversación ya giraba en torno a cómo a los dos nos excitaba la idea del sexo imprevisto, el que surge de golpe, creando un deseo desmedido tal que no hay posibilidad de espera, que ha de llegar a un desenlace inmediato en cualquier lugar.

Evidentemente ambos apoyábamos esa tesis, no sólo como un deseo en nuestras vidas, cada uno reafirmaba cómo había decidido que se iba a desarrollar el resto de la velada.

- Sí, eso me excita, la idea de que me callen con un...

No pudo acabar la frase, mis labios sellaron los suyos, mi cuerpo se pegaba al de Ana mientras sus manos me aferraban más a él y mientras las mías jugaban peligrosamente recorriendo su pantalón.

- Con un beso? – volvimos a besarnos...-

Ana podía notar claramente mi excitación, yo sentía como pegaba su cadera contra mí, nuestros movimientos vestidos eran aviso de cómo deseábamos movernos desnudos.

Ya habíamos descubierto en nuestra conversación que a ambos nos gustaba jugar y así hicimos.

Un lunes por la noche Madrid está animado, pero a partir de cierta hora los locales se van quedando vacíos y gracias a la intimidad que esa situación nos ofrecía nuestra osadía iba creciendo.


- Me está gustando excitarte... – susurraba en su oído.-
- Lo estás consiguiendo, al final estás resultando ser lo que parecías, un verdadero cabrón.
- Por qué? Si aún no he hecho nada.
- Pero lo estás pensando, que es peor.
- No, ya no quiero pensarlo, ahora quiero hacerlo, quiero seguir excitándote y ver como te sigues volviendo cada vez mas viciosa.... – Le susurraba mientras mi mano desabrochaba su pantalón y se introducía entre su ropa interior para sentir su humedad y ofrecerle la presión que estaba deseando hacía rato.....-

Nadie nos miraba y si alguien lo hacía no nos importaba demasiado, lo único que deseaba era ver cómo sus ojos se cerraban, cómo me agarraba los brazos con sus uñas mientras sentía mis dedos presionando su clítoris.

- Eres un cerdo!!!!
- Ah sí? Y tú qué eres?
- Dímelo tú..... – Ahora era ella la que pasaba su mano por mi pantalón buscando la cremallera, la bajó y accedió rápidamente a coger mi polla entre sus manos. Jugaba con ella mientras el vicio se reflejaba en sus ojos al ver lo dura que me la estaba poniendo....
- Eres una zorra, eso es lo que eres, una zorra deseando que la pongan a cuatro patas y se la follen como a una perra....

Creo que entre juego y juego debieron caer dos o tres copas más, por lo que al salir del local alrededor de las cinco de la mañana nuestra excitación nos hacía parar cada pocos metros para devorarnos.

No habíamos andado mucho cuando vimos un cartel en lo alto que anunciaba “HOSTAL”. En pleno centro de Madrid un Hostal con ese cartel no apuntaba a una habitación muy.... “curiosa” diría yo, pero los dos estábamos completamente salidos y lo único que queríamos en ese momento era una cama, follarnos y hacernos gritar.

Entramos y en menos de cinco minutos nos habían dado una habitación. No había acabado de cerrar la puerta cuando ya nos estábamos besando y prácticamente arrancando la ropa. Nos la quitábamos atropelladamente y justo cuando la iba a empujar para que cayera en la cama y comenzar a devorarla, fue ella la que me empujó a mí contra la pared y sin detenerse ni un instante se metió mi polla en la boca. Joder!!! Llevaba tanto tiempo excitado esa noche, que sentir por fin el calorcito de sus labios me hacía estremecer...

- Así... Joder, así... chúpala bien, mira como me has puesto....

Ana no hablaba, sólo lamía acompañando el vaivén de sus labios con el de sus manos recorriéndome....

Se levantó, me besó y mientras su mano sacudía con rapidez mi erección.

Esa chica modosita que había conocido al principio de la noche se había vuelto una autentica viciosa, y eso, me estaba excitando de una manera brutal.

Ahora sí la empujé hacia la cama, Abrí sus piernas y echando al lado su tanga fui yo el que empezó a devorar su coño. Me estaba dando cuenta que estaba desbocado, asalvajado, manoseaba sus tetas, cogía y levantaba su culo para tener su sexo mas accesible y mientras ella sujetaba con fuerza mi cabeza para que no parara, para que no me separara. Gemía y me pedía más, me rogaba que no parase y de repente sus gemidos se transformaron en gritos cuando empezó a correrse...

- Así, Así... Así cabrón, no pares, no pareeeeeeeeeeeees....., esto, esto es lo que quería, así... así me gusta que me follen....

Aun no había acabado de correrse cuando me levanté y la penetré de golpe, sentí como volvía a correrse, no sé si era el mismo orgasmo reavivado o uno nuevo pero daba igual, se estaba corriendo y su cadera golpeaba contra la mía sin control alguno. Yo embestía con fuerza, me estaba volviendo loco abrir su coño, verla tan salida y me estaba poniendo terriblemente cachondo sentir como clavaba sus uñas en mi espalda mientras arqueaba su cuerpo conteniendo la respiración.

Cuando por fin, ya exhausta, relajó su cuerpo, bajé el ritmo. Ahora la penetraba suave, despacio, pero notaba que con cada roce de mi polla en su coño, su cuerpo volvía a estremecerse....

- Estás empapando la cama....
- Es que me tienes cachonda, cachonda como hacía tiempo que no estaba....
- Sí... Ya lo veo... y aún te excita más que me siga moviendo así verdad?....
- Sí... sí... me estás volviendo a poner, cabrón... fóllame, haz conmigo lo que quieras.....
- Eso voy a hacer... te voy a follar como la zorrita que eres.....

Mientras continuaba con mis movimientos pausados, mi dedo comenzó a explorar su culito, notaba que con las caricias se iba excitando aún más, por lo que lentamente mis movimientos volvían a cobrar ritmo y mi dedo iba abriéndola cada vez más....

- Qué vas a hacer?
- Voy a volver a abrirte...
- Joder....
- Sí.... pero esta vez voy a abrirte aún más.

Levanté sus piernas hasta mis hombros dejando más accesible mi nuevo objetivo. Éste parecía ceder sin dificultad, así que supongo que guiado por esa sensación, sumada a lo salvaje que Ana había conseguido volverme esa noche, la penetre el culo hasta dentro....

No sé si su gemidos se convertían en gritos o su gritos en gemidos, pero lo que resultaba evidente es que sentirme dentro hasta el fondo mientras mi dedo volvía a jugar con su clítoris le gustaba lo suficiente como para que sus caderas volvieran a moverse con el ritmo del deseo.

Me sorprendió la facilidad con la que había entrado y la facilidad con la que estaba recibiendo mis embestidas, podía ver como se avecinaba un nuevo orgasmo, y eso, me excitaba tanto como para comenzar a notar como el mío presionaba cada vez con más fuerza en la base de mi polla luchando por salir.

Creo que fueron mis ultimas embestidas, en las que sentía mi polla reventar mientras descargaba todo el deseo acumulado esa noche, lo que precipitó su tercer orgasmo. Parecíamos estar peleando, yo embistiéndola casi con rabia mientras me corría y ella clavando de nuevo sus uñas en mi espalda mientras su cuerpo, una vez más se contraía de placer....

Caímos los dos exhaustos, satisfechos al fin, la noche trajo mucho más juego, pero el momento de satisfacción, el momento de liberar toda la tensión acumulada por el juego de esa noche, fue ese.

lunes, 12 de enero de 2009

Cuando el placer se paga




La envié mi anuncio, le interesó y decidimos cumplir juntos nuestras fantasías.
Ver anuncio (chico de compañía)

Nos encontramos en la Vinoteca de la Plaza de Santa Ana, tomamos un vino mientras manteníamos una charla banal y que Bárbara interrumpió en alguna ocasión susurrándome al oído...

- Uffffff, que ganas tengo....
- Y yo.... Llevo todo el día excitado pensando en complacerte, desde el momento en que me entregues “el regalito” seré todo tuyo.....

Bárbara sacó de su bolso un sobre y me lo entregó, su mirada decía.... “desde YA!!!”... y le susurré....

- Voy a hacer que amortices con un gemido cada céntimo que me has pagado....

Nos fuimos al restaurante y a pesar de todas las posibilidades que podría haberle ofrecido mi idea era brindarle todas las facetas que un chico de compañía puede prometer, por lo que en la cena me comporté así, simplemente ofreciendo una compañía cuidada, elegante, discreta, manteniendo una conversación animada y divertida con algún toque moderado de picardía.

No estaba seguro de si ese tipo de compañía era lo que ella esperaba durante la cena, por lo que le recordé....

- Este es el tipo de cena que he pensado ofrecerte, pero recuerda, esta noche, haré todo lo que tú me pidas.....
- Ufffffffffff..... – Exclamó de nuevo mirándome con ojos traviesos y golosos....

En ocasiones me susurraba frases como.....

- Qué ganas tengo de poner tu cara entre mis piernas....
- Mira, te voy a pedir que las recorras con tu lengua... – me decía retirándose discretamente el pañuelo que cubría su pecho....

Al final de la cena, durante el postre comenzamos a besarnos y mis manos jugaban acariciando sus piernas, mis labios su cuello y mi mirada la suya mientras me ella me confesaba su excitación y sus deseos de salir de allí cuanto antes, no quería continuar con la cena, ahora deseaba mi cuerpo......

Cuando llegamos a la habitación del hotel se paseó observándola, encontrando la caja de bombones y los dos benjamines de cava que la esperaban en la cama.... No tardó en tumbarse en ella, se acomodó aún vestida y con una mirada y un simple....

- Empieza...

Me indicó que comenzara lo que ya me había adelantado que deseaba...

Frente a la cama y con mi mirada más traviesa clavada en sus ojos comencé a desabrochar lentamente mi camisa, botón a botón hasta llegar al último. Abrí lentamente mi camisa mientras a Bárbara le cambió la expresión de la cara al ver mi torso desnudo.

- Continua.... quítate al menos los pantalones, el resto para luego...

Así hice, lentamente y botón a botón continué desabrochando mi pantalón, bajándolo muy lentamente mientras le decía...

- El resto? No... no hay resto...

No le hizo falta ni preguntar si llevaba ropa interior, lo estaba comprobando ya que mis pantalones se encontraban ya justo por debajo de la línea desnuda del pubis...

- Ufffffffffffff, entonces no, no, espera, quiero dejar eso para luego, ven!!!

Me tumbé a su lado mientras ella se desnudaba delante de mí, dejándose sólo el tanga...

- Recórreme, tócame, excítame... puedes tocarme entera menos la zona que cubre mi tanga...

Mis manos empezaron a recorrerla, bañaban su cuerpo desde los pies hasta el cuello...

- Te daré tres pistas... mi cuello, mis pezones y mi oído.

En cuanto lo dijo dirigí mi lengua directamente a su pezón mientras la miraba fijamente y le decía....

- Los pezones?... estarás deseando que los lama y... eso voy a hacer, voy a devorarlos.... – y mientras mi boca se desviaba a su oído cuando casi estaba a punto de rozarlos, susurré:

- Más adelante.....

Bárbara se retorcía de excitación, le gustaba que jugara con su deseo, que me acercara donde más deseaba y no llegara a culminar. Alargaba intencionadamente ese momento recorriéndola entera y suavemente.... La indiqué que se tumbara boca a bajo para continuar por su espalda.

Mi lengua lamía el recorrido completo de su columna mientras sentía, como su cuerpo se arqueaba con la sensación cálida y húmeda que le estaba recorriendo, para acabar en suaves mordiscos en el cuello y en la nuca. Bocaditos aleatorios e inesperados en su espalda la sorprendían y comenzaban a robar esos gemidos que tanto deseábamos ambos.... Mis manos bailaban con suavidad desde su pelo hasta acabar rozando el interior de sus glúteos... el interior de sus muslos...

Se giró de nuevo y esta vez de golpe y sin aviso cubrí su pezón con mi boca haciéndolo sentir cálido... húmedo... y pellizcado con mis labios una y otra vez. Lamía sus generosos pechos, la besaba, mordía su cuello y mi mano exploraba sus ingles de manera cada vez más osada, cada vez acercándome más al borde de su tanga que, movido por la excitación, ahora casi ya no cubría nada. Mientras, me frotaba contra ella haciéndola sentir la erección que batallaba bajo mis vaqueros.


- Ahora sí, quítatelos, quiero verte entero.

De nuevo frente a ella, volví a entretenerme, paso a paso, quitándome despacio la escasa ropa que me cubría, hasta que dejé al descubierto mi sexo excitado.

Me coloqué delante de ella, abrí sus piernas y me lancé, casi con brusquedad, a devorar su coño. En el último instante hice un cambio de dirección para devorar sus ingles, todavía no era momento de llegar a más. Lamía con intensidad, en ocasiones me detenía a oler la excitación que emanaba y volvía de nuevo hasta que Bárbara se irguió, se quitó el tanga y me dijo....

- Cómetelo, cómetelo despacito.....

Ahora su coño estaba a mi entera disposición... o quizás, sería más realista decir que era yo el que estaba a la entera disposición de su coño.

Con mucha suavidad lo cubría con mis labios, me entretenía jugando en él con mi lengua y mis dedos revoloteaban sin llegar a entrar. Yo quería jugar, quería llevarla hasta la máxima excitación, pero mi sorpresa fue ver como ella aguantaba y conseguía retener su propio deseo con la idea de hacerlo crecer hasta que la explosión fuera brutal.

En alguna ocasión notaba como su excitación se disparaba y en ese momento frenaba las caricias que mis dedos y mi lengua la profesaban.

Pensaba... “En breve me pedirá que la devore” cuando me dijo:

- Me acercas algo de beber?

No me lo podía creer, esta mujer estaba alimentando su deseo de manera completamente premeditada, creo que era consciente de que luego todo ese deseo contenido no saldría... explotaría.

Volví a dedicarme durante pocos minutos a comérselo igual que lo había hecho durante la última media hora cuando me cogió la cabeza con las dos manos y me dijo:

- Ahora quiero correrme.... Devóralo.

Y eso hice, ahora mis movimientos no eran comedidos, eran rápidos y salvajes, mis dedos abrían su coño entrando hasta el fondo mientras mis labios y mi lengua lamían una y otra vez su clítoris. Su orgasmo no se hizo esperar, corrijo, su gran orgasmo no se hizo esperar. Su cuerpo se revolvía mientras yo tenía que esforzarme en sujetar sus piernas para poder seguir lamiéndola, para poder alargar ese orgasmo del que ella entre gemidos y ya de manera descontrolada intentaba zafarse. Yo continuaba hundiendo mi cara en su coño cuando con sus manos y sin poder aguantar el intenso placer que la estaba recorriendo apartó de manera ya definitiva mi cabeza.



Se giró y cuando me acerqué a ella con intenciones todavía oscuras me dijo:

- No, no, ahora necesito mi momento.....

Así que lo respeté y la dejé reponerse a su ritmo. Después nos acomodamos, bebimos cava, charlamos....
Quizás en el momento que más a gusto estaba tumbado y disfrutando de la charla....

- Ummmm, ya sé lo quiero. Me das un masaje por favor? El por favor, evidentemente es un acto de cortesía.... – apuntó a continuación.

Era evidente que Bárbara estaba a gusto, disfrutaba con nuestra conversación, pero le apetecía un masaje y aunque me lo pidió con mucha educación, también quiso evidenciar que no me estaba pidiendo un favor, sino que le prestara los servicios por los que me había pagado...

Continuamos nuestra conversación mientras mis manos masajeaban su espalda, sus hombros, su cuello con sumo cuidado, me entretenía buscando el esmero que cualquier profesional busca en su trabajo, y como tal, y sin olvidar lo que Bárbara deseaba de mí, cuando finalicé el masaje, continué acariciando sus glúteos, explorando la rajita de su culo y notando como de nuevo estaba comenzando a mojarse....

Mis dedos pronto, y casi sin quererlo, resbalaron dentro de ella a lo que su cuerpo y sus gemidos respondieron rápidamente, besaba su espalda, su culo, mientras mis dedos follaban su coñito una y otra vez.

Se dio la vuelta y me pidió que volviera a devorar su coño:

- Quiero volver a correrme....

Lamía con ansia mientras mis dedos se empapaban en su coño lascivo cuando....

- Joder!!!!.... Métemelos hasta dentro.... Ábreme bien.....

“Este es el momento” Pensé, y de debajo de la almohada saqué el imponente vibrador que le había comprado....

Cuando lo vio, sólo lo miró y se tumbó abandonada al placer que imaginaba que entre mi regalo y yo podríamos ofrecerle.

Le entró con una facilidad pasmosa, hasta dentro, sin dificultad alguna y sus gemidos delataban el inmenso placer que mi lengua en su clítoris y ese fantástico consolador follándola hasta dentro le estaban ofreciendo....

De nuevo volvió a correrse, de nuevo reclamaba su momento de retiro tumbada de lado y de espaldas a mí, pero al colocarle vibrando su nuevo juguete a lo largo de la rajita de su culo, las vibraciones se combinaban con los últimos coletazos de su orgasmo haciendo que de nuevo sus piernas se abrieran y volviera a sentir como esa polla rosada volvía a follarla, arrancándola en breve un nuevo orgasmo.

Ya no podía reclamar momentos de retiro, ya no era ese orgasmo del que disfrutar, Bárbara se había sumido en un estado de excitación en el que necesitaba un orgasmo tras otro.....

Se tumbó boca arriba, abrió sus piernas y me dijo....

- Fóllame!!!! Trátame como si fuera esa cliente que quieres que te contrate una y otra vez.....

Haciendo gala de la profesionalidad obligada en este trabajo, obedecí, me tumbé encima de ella y comencé a frotarme....

- Fóllame... fóllame....

Por fin calló... como respuesta a mi polla llenando su coño.... estaba tan excitada que empezó a moverse rápidamente.... Yo devoraba sus generosos pechos...

- Toma... Esto querías no? Para esto has pagado...
- Siiiiiiii.... si......
- Querías un cabron que te follara a tu antojo no?
- Sí... fóllame... hazme lo que quieras...

Cada vez nos volvíamos más salvajes... un nuevo orgasmo volvía a colocarla en la posición de reposo...

Después de un breve descanso me dirigí a por un poco de agua y al pasar por su lado de la cama, me frenó con la mano.

- Espera...

Se quedo mirando mi sexo, lo cogió.... No puedo decir exactamente que me la chupara, más bien, sólo quería probarla, la lamió... la metió en su boca saboreándola... la soltó y de nuevo se tumbó a reposar...





Al tumbarme de nuevo me confesó su siguiente deseo....

- Ahora voy a comértela... Te la voy a dejar bien dura y luego me la voy a clavar....

Se dedicó a comérmela, lo hacía con entretenimiento, con curiosidad, se notaba que más que ofrecerme placer a mí, estaba disfrutando ella, llenándose la boca, saboreando mi polla, explorándola, excitándose con la idea de cómo me iba a follar después.....

- No te imaginas lo mojado que lo tengo sólo de verte gemir....
- Déjame probarlo....
- No que me desconcentro....
- No te gustaría ponerme el coño en la cara y decirme.... “Come cabrón”


No respondió, directamente lo hizo. No había acabado la frase cuando Bárbara se había arrodillado sobre mí y me encontré lamiendo ese coñito vicioso que se derramaba en mi boca....

La notaba cachonda, cogiéndome del pelo y moviendo el coño contra mis labios. En ocasiones yo ponía la lengua dura y ella se movía de arriba abajo follándosela, dejando que la abriera el coño una y otra vez. En cuanto se corrió bajó a clavarse la endurecida polla que la esperaba con ansia...

Parecía haberse vuelto loca, se la metía hasta dentro, se frotaba y luego cambiaba el ritmo para metérsela entera y sacársela, cambiaba casi de manera convulsiva una y otra vez...

- Esto... Esto... Esto buscaba cabron... me tienes cachonda.... me tienes hecha una perra loca por follar.....

Mis caderas golpeaban hacia arriba cada vez con más fuerza....

- Así.. Así.. dame fuerte.... Fóllame hasta dentro..... Dame... dámela toda.....

Un nuevo orgasmo robaba de nuevo sus gemidos... esos que le prometí que tendría por cada céntimo pagado.

Los momentos de retiro ya eran impensables:

- Date la vuelta

Y así hizo. Ahora con una rodilla en la cama y la otra pierna flexionada comencé a abrirla por detrás.... cogía sus glúteos con fuerza y con fuerza mis caderas golpeaban contra ellos. Bárbara me pedía que la penetrase más y más fuerte, aunque no perdía la oportunidad de frenarme y hacerla disfrutar de una polla entrando lentamente hasta dentro para luego salir de la misma manera.

Esa lentitud no duró demasiado ya que el olor a sexo flotaba en el ambiente y los orgasmos anteriores nos empujaban a mostrar nuestro lado más salvaje y fue así, cuando mi polla entraba en su coño completamente excitada cuando volvió a regalarme otro de sus maravillosos orgasmos.

Bárbara yacía en la cama, de nuevo disfrutando de su reciente orgasmo. Su cuerpo todavía se contraía ocasionalmente al sentir alguna de las reminiscencias que parecían volver a atacarla, todavía jadeaba aunque cada vez de manera más suave.

Yo estaba tumbado también recuperándome del esfuerzo realizado, pero me notaba salido. Mire mi polla, todavía estaba dura, levantada, como un soldado dispuesto para volver a la batalla. Yo quería más, mi polla quería más, y estaba claro que esa chica que aún se retorcía a mi lado como una perra, también quería más.

Me acerqué por detrás, pasé mi mano por la encharcada rajita de su culo y volvió a gemir, dirigí mi polla hasta la entrada de su coño empapado y volví a meterla de golpe...

- Joder!!! Que cabrón eres... me vas a matar...
- Calla zorra.... esto es lo que querías no? Una polla insaciable follándote...
- Siiiiiii, siiiiii

Pronto me encontré dándole fuerte por detrás, cada vez más rápido y cuando vi que estaba de nuevo a punto, empecé a empujar con todas mis fuerzas mientras cogiéndola de la cintura la traía con fuerza hacia mí. Sus gemidos respondían a los azotes que de vez en cuando le daba mientras casi le gritaba....

- No pares... no pares, no pares de follar....
- Más, más… – Casi balbuceaba ella...-

Seguía moviéndome tan fuerte y tan rápido como podía, estaba casi al límite de mis fuerzas cuando otra vez comenzó a correrse.... ahora eran gritos....

- No pares cabrón!!!!!!! No pares!!!!!!!!

Y así continué saciando su vicio hasta que ambos caímos exhaustos. Estábamos tumbados recuperando la respiración cuando al hacer un pequeño movimiento sentí el placer tremendo de tener mi polla aun en su cálido coño. Estaba tan salido que ni siquiera era capaz de parar a recuperar la respiración. Comencé de nuevo a moverme con fuerza, no quería follarla despacio, no quería un comienzo suave para luego ir aumentando la intensidad. Sabía que en cuanto empezara a follarla con fuerza y sintiera mi polla abriéndola hasta dentro sería capaz de correrse de nuevo, y así hice.

Empecé con fuerza, y ella respondió con un grito de placer, rápidamente comenzó a mover de nuevo su culo pidiendo más profundidad en mis embestidas... no creo que hubieran pasado cinco minutos cuando un nuevo orgasmo la atenazaba otra vez con mayor intensidad aún que el anterior.

Tras unos breves momentos de reposo, Bárbara volvió a disfrutar del sabor que mi sexo podía ofrecerle, me estaba volviendo loco con su lengua explorándome desde la punta hasta el interior de mi culito, combinaba sus labios con su mano y mi excitación iba creciendo hasta que, conocedora de su placer por ver masturbarse a un hombre comencé a acariciarme mientras ella se dedicaba a lamer mis pezones (parecía conocer mi debilidad y la excitación que eso me produce) Poco después el orgasmo, en esta ocasión, era el mío y al avisarla de su inmediatez, rápidamente cubrió con su boca mi polla saboreando la explosión de placer contenido durante toda la noche, que por fin salía de mi. Al recuperarme y poder mirarla de nuevo, se dedicó a lamerme, mostrándome como disfrutaba saboreándolo mientras me miraba con ojos de viciosa...

En el último momento de reposo me dijo:

- Por dios!!!! Qué dinero mas bien invertido. Sabes? Puedes dedicarte a esto, eres bueno.

Hace algún tiempo una buena amiga me comentó:

- La sensación de cobrar es algo que toda mujer debería probar al menos una vez en su vida....

Me gustó la idea, y me dejó dando vueltas a la cabeza hasta que la respondí:

- Y desde luego todo hombre también......

Desde entonces esa fantasía me rondaba de distintas formas. Hice un anuncio, no sé si con la única intención de divertirme o de guardarlo para el día en que me decidiera a usarlo. Creo que era consciente que teniéndolo ahí, algún día llegaría la oportunidad.

Sus sensaciones